El próximo diciembre el Sindicato Mexicano de Electricistas, cumplirá 100 años de vida. Un siglo. Es el decano de los sindicatos mexicanos. Como en su nacimiento, vive un momento crucial, sus afiliados tienen un reto fuerte frente así.
El contexto, las situaciones de hace un siglo y del presente se asemejan, son mucho muy parecidas. Es claro que un ciclo se cierra. La fuerza gravita en la unidad política que la ideología y la conciencia obrera les permita crear.
El espacio social para sostener la lucha de resistencia, en aras de crear la fuerza política de los electricistas es limitado. Hace 100 años sucedía igual, nada ni nadie imaginaba cómo ese puñado de trabajadores alcanzaría la forja del mejor sindicato de entonces; hoy nadie imagina cómo un puñado de electricistas es capaz de consolidar La Resistencia para alcanzar el Centenario de aquélla generación surgida en 1914 y 1915. En los mejores tiempos de la Revolución nació la semilla que da templanza aún 100 años después.
Los militantes de ahora por el puro gozo de la rebelión, la libertad, la democracia, la unidad y la ideología forjaron hace un siglo, nomás por eso festejarán en plena lucha de Resistencia el Centenario. Con la alforja llena de dicha fuerza política será suficiente. No más, pero tampoco menos.