Ciudad de México, 22 de Agosto del 2023

Lanzamiento del ciclo de debates “Nuestro Futuro Nuestra Energía”

A los medios de comunicación,
A los sectores de la sociedad interesados en el cambio social,

Más de veinticinco organizaciones, movimientos, cooperativas, sindicatos y académico/as afirmamos que, además de depender de un producto en declive, como son los hidrocarburos, el modelo energético actual pone en peligro el futuro socioeconómico y ambiental de México.

Proponemos democratizar el debate público sobre la energía y sus usos para reflexionar sobre la construcción de un modelo energético justo con los pueblos y la naturaleza.

Organizamos diez debates presenciales y en línea, en los cuales participarán cuarenta especialistas de México, Guatemala, Colombia, Argentina, Ecuador y Portugal.

Del 22 al 25 de agosto 2023, el ciclo de debates “Nuestro Futuro Nuestra Energía” se llevará a cabo virtual y presencialmente en las ciudades de México, Guadalajara y Mérida, y contará con la participación de cuarenta panelistas, moderadoras y moderadores de México, Guatemala, Colombia, Argentina, la Amazonía ecuatoriana y Portugal.

A través de diez eventos abiertos al público, a la prensa y a estudiantes, el espacio de análisis y articulación “Nuestro Futuro Nuestra Energía” busca democratizar el debate sobre la energía y sus usos en México y reflexionar sobre los posibles caminos hacia un modelo de generación, distribución y consumo de energía común y justo con los pueblos y la naturaleza.

Quienes formamos parte de este esfuerzo colectivo somos más de veinticinco organizaciones, movimientos de la sociedad civil, cooperativas, trabajadores/as y académicos/as de México que

tomamos nuestro lugar en el debate sobre la matriz energética, actualmente capturado por el gobierno federal, empresas públicas y el sector privado.

Consideramos que las posturas de estos actores carecen de análisis crítico hacia los modelos de energía fósil y promueven una transición energética sustentada en un modelo de megaproyectos de energía renovable, altamente demandantes de agua, tierra y minerales. Así, mantienen el discurso dentro de una lógica extractivista y niegan otras posibilidades públicas o colectivas de producir, distribuir y consumir energía.

Hace dos décadas, México tocó el cénit de la producción de petróleo y hace 15 años el del gas fósil. Desde entonces, la producción petrolera mexicana ha disminuido a la mitad y la del gas a dos tercios [1], mientras que las reservas probadas de crudo equivalen al 26 % de las que existían en 2004 [2]. Observamos también el incremento del costo de producción de los hidrocarburos en nuestro país y un horizonte de corto plazo basado en la importación de gas fósil de Estados Unidos, de donde proviene el 70% del gas que consumimos. [3]

Además de depender de un producto en declive, nuestro modelo energético actual es inequitativo y pone en peligro nuestro futuro. Implica siniestros ambientales y laborales, como la explosión en la plataforma Nohoch Alfa de Pemex, en Campeche, el mes pasado, donde dos trabajadores perdieron la vida y seis sufrieron lesiones. Se traduce también en megaproyectos que afectan derechos humanos de comunidades y pueblos, y están vinculados con procesos de criminalización y asesinatos de personas defensoras de los territorios, como ha sucedido en Puebla, Morelos, Sonora, Jalisco, el Istmo de Tehuantepec o la Península de Yucatán.

En medio de ondas de calor, sequías, incendios e inundaciones que afectan directamente a la población mexicana, nos parece urgente y vital transitar hacia un modelo energético que no alimente la crisis climática ni los conflictos socioambientales. Necesitamos un modelo basado en la disminución planificada de los hidrocarburos de la matriz energética, el cese de los megaproyectos, el respeto a los derechos humanos y la multiplicación de alternativas públicas y comunitarias. Queremos un modelo democrático y sustentable que busque el bien común, priorice lo público, lo local y lo comunitario, donde la producción y el consumo de energía ya no estén concentrados en pocas manos ni motivados por la ganancia, sino por el cuidado de la vida.

Ahora que los medios de comunicación están por cubrir las campañas electorales en México, invitamos a periodistas, estudiantes, trabajadores/as organizados/as, académicos/as, organizaciones de la sociedad civil y comunidades a participar en estos eventos para intercambiar experiencias y miradas sobre la situación local, regional y global. Esperamos así impulsar políticas por un futuro más justo y procesos de democratización de la energía.

Lista de las organizaciones, movimientos, cooperativas y personas académicas que impulsan el ciclo de debates “Nuestro Futuro Nuestra Energía”:

Alianza Mexicana contra el Fracking
Asamblea ecologista popular
Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT)
Articulación Yucatán
CartoCrítica
Centro de Derechos Humanos Bety Cariño
Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C.
Conexiones Climáticas
Cooperativa Onergia
Cooperativa Tosepan Titataniske
Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio Huasteca-Totonacapan (CORASON)
Energía para el Yeknemilis (Buen Vivir) en la Sierra Nororiental de Puebla
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos Puebla Tlaxcala
Engenera, A.C.
Fundación Heinrich Böll
Fundación Rosa Luxemburg
Fundar
GeoComunes
Grupo de Estudios Transdiscipliarios en Energía y Crisis Civilizatoria (GETECC)
Greenpeace México A.C.
La Sandía Digital
Leave it in the Ground Initiative (LINGO)
Mujeres por la Sostenibilidad Ambiental y Alimentaria (MUSAA)
Nueva Central de las y los Trabajadores (NCT)
Ojo de Agua Comunicación
Oxfam México
Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)

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Imprescindible, un modelo energético sustentable: expertos

Plazo fatal de 30 años para remplazar combustibles fósiles

Alejandro Alegría

Periódico La Jornada
Jueves 24 de agosto de 2023, p. 22

En 2024, México estará a la mitad del camino para reducir el uso mayoritario de crudo, pero en la transición energética aún persisten desigualdades, por lo que es necesario contar con un modelo sustentable de energía, indicaron expertos.

Omar Masera, catedrático de la UNAM, comentó al participar en el foro "Nuestro futuro, nuestra energía", que el país necesita remplazar a más tardar en 30 años las fuentes de energía, ya que 80 por ciento de los combustibles que se utiliza en la actualidad son fósiles.

Explicó que dejar de usar el crudo como principal energético también tendrá impactos en la agroindustria, pues muchos de los fertilizantes utilizan químicos derivados del petróleo, mientras la industria del plástico verá muchas más restricciones.

Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) comentó que los gobiernos neoliberales tomaron decisiones sin tomar en cuenta a la sociedad.

Consideró que con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, ahora T-MEC), se impusieron políticas públicas y se abandonó el Plan Nacional de Desarrollo que surgió con la nacionalización de la industria eléctrica.

Por otra parte, señaló que el calentamiento global es una realidad, la cual se traduce en inundaciones, olas de calor e incendios, como los que ocurren ahora en Canadá y Estados Unidos, y aseguró que todo ello es producto de la forma en cómo se ha conducido el desarrollo del sector energético a nivel global.

José Humberto Montes de Oca, secretario del exterior del SME, apuntó que la crisis energética que vive el mundo se deriva del agotamiento progresivo de los combustibles fósiles.

"En los últimos 30 años con el auge del neoliberalismo y la globalización de la economía, se impuso un modelo energético basado en la privatización de las empresas públicas, la liberación del mercado energético y la apertura indiscriminada a la inversión extranjera en el sector, convirtiendo al servicio público de electricidad en una mercancía y este modelo privatizador está basado en el saqueo de los recursos naturales de los países", resaltó.

Esta estrategia neocolonial detonó la construcción de megaproyectos de energía y minería extractivista, lo que trajo como consecuencia el deterioro del medio ambiente.

Explicó que no se busca regresar al pasado, sino contar con un sistema eléctrico sustentable para sustituir "al modelo energético, privatizador, contaminante y mercantilista que nos impuso el neoliberalismo, es decir, el capitalismo salvaje".

FUENTE PERIÓDICO LA JORNADA

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