Ciudad de México, 11 de marzo del 2024

Pronunciamiento 8M 2024
Coordinación 8M

Bienvenidas hermanas a esta movilización y mitin organizado para encontrarnos, abrazarnos, alzar puños y pañuelos en alto, mirarnos a los ojos y saber que la vida sigue resistiendo en nosotras. En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, marchamos para levantar nuestras voces y gritar fuerte que: ¡No apoyaremos al Estado y sus instituciones patriarcales, ni nos someteremos a los caprichos del mercado capitalista y sus patrones, no nos arrodillaremos ante el conservadurismo laico y eclesial ni ante aquellos que perpetran todo tipo de violencia en nuestra contra! ¡No tienen ni tendrán la complicidad de nuestro silencio!

Persistimos y seguimos apostando por una articulación autónoma, independiente, sólida, amplia y plural en nuestro movimiento. Llamamos a sumarse, a las plataformas de los distintos feminismos, de forma personal o desde sus colectivas y organizaciones.

Estamos enfrentando tiempos aciagos y necesitamos organizarnos más y mejor, enfrentar la hidra de mil cabezas, porque juntas somos más fuertes.
En esta jornada de lucha del 8 de marzo queremos decirle al Estado, al Gobierno Federal, a los gobiernos estatales y municipales, a los medios masivos de desinformación, a quienes propagan una cultura machista ocultando el carácter combativo de esta fecha, que este día es de lucha y de protesta y que no tenemos nada qué festejar. ¿Qué podríamos festejar? Si enfrentamos día con día el recrudecimiento de la violencia feminicida, la esclavitud sexual, la desaparición y los desplazamientos forzados, el empobrecimiento y la devastación de los bienes naturales comunes, la crisis migratoria y la militarización y, por si fuera poco, la criminalización punitiva y persecutoria de nuestro movimiento.

La gran deuda que el Estado y sus instituciones patriarcales mantienen con nosotras, la falta de voluntad política que materialice y garantice el pleno ejercicio de nuestros derechos, la crisis que experimentamos en todas las dimensiones de nuestra vida nos lleva otra vez a salir a las calles y a dejar rastro con nuestra voz, nuestra protesta y nuestros cantos de la rabia, pero también de la esperanza que nos mueve.

Queremos decirles también que ante esta coyuntura electoral en la que dos de las principales candidatas son mujeres, nosotras no nos confundimos. Mantenemos la independencia y autonomía de nuestro movimiento, que se manifiesta y crece en la calle, en la colectiva, en el sindicato, en la casa, en la universidad, en la organización y en la articulación de nuestras luchas para combatir la desigualdad y opresión estructural, generada por este modelo económico capitalista, patriarcal, colonialista y heteronormado.

Que nadie se deje engañar: las condiciones de vida para la mayoría de las mujeres no mejoran desde hace décadas, no importa cual partido gobierne, en cada administración ha aumentado la violencia, la brecha de desigualdad, la sofisticación de múltiples formas de opresión que obstaculizan el cumplimiento de nuestros objetivos. Nos declaramos escépticas, no confiamos en las candidaturas, ni en las que representan a la derecha extrema y a la oligarquía del país, pero tampoco en los proyectos barnizados de transformación que mantienen viejas estructuras políticas, militares y financieras.

Es por esto que mantendremos en todo momento nuestras demandas centrales: el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia, la erradicación de la desigualdad de clase, racial y de género, además de combatir la discriminación y todas las formas de opresión que sostienen este mundo de injusticia. Sabemos por experiencia que aún con los cargos ocupados por mujeres no hay garantía de avanzar en materia de justicia para nosotras, por lo que nos situamos fuera de la lógica partidista, de sus formas políticas inventadas por el patriarcado, apostamos por la organización y movilización social.

Que les quede claro al gobierno y a la autodenominada oposición: Nosotras no somos botín político de nadie. Somos las aguafiestas de su fiesta electorera, rechazamos que el movimiento y sus demandas sean usados como trampolín político. Seguiremos denunciando a cualquier administración y partido que no garantice el pleno ejercicio de nuestros derechos, a cualquier fuerza política que utilice recursos mediáticos para deslegitimar o pretender apropiarse de nuestra lucha. Nosotras no somos de derecha, no somos conservadoras, ni tampoco criminales, nuestro corazón y sentir es abajo y a la izquierda.

Y declaramos: gobierne quien gobierne los derechos se defienden.

A nosotras no nos representan las mujeres en el poder, nos representa la niña que juega porque no tiene miedo, la estudiante que grita y rompe con sus manos y su palabra para reconstruir y construir lo que en verdad y a todas sirva, la sobreviviente de violencia feminicida que nos alienta, la campesina que mantiene creciendo la vida a pesar de todo, la maquilera que se enfrenta a la precarización, la sindicalista que pelea contra la explotación, las mujeres con discapacidad que levantan el puño desde su cama o el hospital, las abuelas que nos enseñan con su ejemplo de vida la historia de nuestra resistencia, la amiga, la carnala, la mamá, la que se enfrenta al racismo, la mujer en situación de trata, la trabajadora sexual, la lesbiana, la trans, la migrante, la madre buscadora, la de la periferia, la neurodivergente. Nosotras nos representamos a nosotras, a las de abajo, no las mujeres que dicen “representarnos” al tiempo que nos ignoran y desprecian.

A nosotras nos mueven reivindicaciones que ya son históricas y nos mantienen en pie de lucha, porque son legítimas y profundamente necesarias:
¡Nuestra Lucha es por la vida!

Por una vida libre de violencia machista, sin feminicidios, sin violaciones, sin desapariciones, sin violencia vicaria, misma que ha aumentado en los últimos años hasta un 167%, aquella que impunemente propicia y otorga el Estado, la que suma a esas primeras violencias, la violencia institucional. México sigue siendo un país peligroso para las mujeres, donde sólo 30% de los homicidios dolosos contra las mujeres son considerados como feminicidios. Del 2015 al 2024 se ha incrementado 58.7% las muertes violentas de mujeres en México. En el 2024 se lleva un registro de 20,814 casos por delitos de violencia familiar y al día se registran 17 casos de violencia de género en todas sus modalidades distintas a la violencia familiar.

Mientras el gobierno declara, defiende otros datos, y afirma que la violencia feminicida disminuye, nosotras seguimos doliéndonos de saber que son miles de mujeres y niñas las que son asesinadas cada año, que crece el número de mujeres víctimas de ataques con ácido y a otras miles les son sustraídos sus hijas e hijos; que la violencia en los hogares, en el trabajo, en las calles, el acoso y la violación se perpetúan en medio de una rampante impunidad que se permite por parte de los tres niveles de gobierno, normalizando la violencia en nuestra contra; que los tribunales, las fiscalías y los medios de comunicación siguen revictimizándonos, estigmatizándonos y evidenciando su carácter patriarcal. Son omisos, son cómplices y obstaculizan el acceso a la justicia.

Es por esto que: Exigimos justicia pronta y expedita en el caso de abuso sexual en agravio de la menor de 4 años, cometido por Alejandro N. Así como la destitución del juez Manuel Alejandro Martínez Vitela quien absolvió al agresor.
Alzaremos la voz y tomaremos las calles en todo momento para lograr que se nos garantice a todas el acceso a la justicia.

Demandamos a las instituciones que dejen de violentarnos y dejen de poner en riesgo la vida, integridad y dignidad de las mujeres.

¡Exigimos que no haya impunidad, que dejen de considerarnos solo cifras! ¡Exigimos que cumplan con su responsabilidad, que destinen un mayor presupuesto de emergencia a programas que atienden la violencia de género,
¡No a la simulación, vivas y libres nos queremos! ¡Exigimos que se tipifique el feminicidio como un delito grave en todo el país!

Nos pronunciamos por la destrucción de este mundo basado en la explotación, desigualdad social y económica que ejerce el sistema capitalista, patriarcal y racista hacia las mujeres, nos pronunciamos en contra de la precarización y la desigualdad laboral. Las trabajadoras reiteramos nuestra oposición a la contratación laboral bajo la figura del “outsourcing” en todas sus formas, en contra de la desigualdad salarial y de la simulación de contratos laborales bajo la figura de “prestación de servicios” que utilizan las empresas privadas. Estas prácticas atentan contra nuestros derechos laborales elementales como la estabilidad en el empleo, el acceso a la seguridad social y la libre asociación sindical.

Luchamos por la eliminación de la brecha salarial que alcanza en algunos sectores hasta un 30% ¡Basta de discriminación, nuestro trabajo importa! Es necesaria y urgente la aplicación del Convenio 190 y la Recomendación 206 de la Organización Internacional del Trabajo para prevenir y erradicar la violencia y el acoso laboral. Exigimos la ampliación de la licencia de maternidad postparto y garantizar el acceso a la lactancia exitosa de las madres trabajadoras.

Por otro lado, la feminización de los trabajos de cuidado está en aumento, haciendo más agotadoras las dobles y triples jornadas; el trabajo doméstico al que le invertimos tanto tiempo, día con día, produce una riqueza que asciende al 24% del PIB y, sin embargo, son mayormente mujeres quienes no tienen acceso a la educación ni a leyes laborales que permitan su participación equitativa. ¿A dónde se va toda esa riqueza que se produce con nuestro trabajo y que el Estado gestiona?

Denunciamos también las jornadas extenuantes y los sueldos precarios de muchas adultas mayores, exigimos jubilaciones y prestaciones sociales que garanticen un retiro digno y seguro para nuestra vejez, condiciones laborales justas y adaptadas a las necesidades de las mujeres con discapacidad.

¡Urge contar con estancias para las hijas e hijos de todas las mujeres que lo requieran! ¡Por un sistema público de trabajo reproductivo y de cuidados equitativo!! ¡Por Comedores Comunitarios, lavanderías y todo lo que nos libere del confinamiento forzoso del trabajo doméstico!

Nos solidarizamos con la lucha de las compañeras feministas que desde la pandemia han tomado las calles instalado las merkaditas feministas, visibilizando lo que el Estado se niega a ver: la violencia económica existe y es real.
En este sentido, también queremos solidarizarnos con las compañeras que luchan por una vivienda digna, pues este sistema capitalista y patriarcal no permite que puedan acceder a su derecho humano, pues en esta ciudad que se dice “de derechos”, el INVI sigue sin resolver el tema de vivienda para las más desprotegidas. Saludamos a las compañeras que armaron un campamento en el bajo puente de Río Churubusco, en donde se levanta la rebeldía y Amora con un punto violeta. Por un alto a la militarización, un alto a la guerra contra los pueblos y contra nuestros cuerpos.

Nos oponemos a los presupuestos récord que son asignados al Ejército y a la Guardia Nacional, así como a las concesiones para megaproyectos gubernamentales, siendo, una institución que se maneja con completa opacidad. La violencia desatada en el régimen de la narco política y el mercado neoextractivista nos vulnera especialmente a nosotras, aumentan la demanda de esclavitud sexual, las desapariciones y el asesinato de mujeres con armas de fuego.

Nos pronunciamos contra la guerra y el desplazamiento de las comunidades en Chiapas y en otras regiones del país, contra la paramilitarización y el asedio a las comunidades zapatistas. Apoyamos las luchas de las mujeres de pueblos originarios y rurales, pero también de las que viven en las ciudades defendiendo el territorio y los bienes naturales comunes de los megaproyectos gubernamentales que benefician al gran capital y devastan las selvas, bosques, playas y consumen el agua que sirve para la vida, sumamos nuestra voz al grito de ¡No es sequía, es despojo! Exigimos un alto al despojo, a la depredación, al desplazamiento forzado, a la alianza criminal entre los cárteles, el ejército, los paramilitares, las empresas y el gobierno. Los pueblos, las mujeres de abajo, ponemos la sangre y los muertos. Arriba, hacen negocio con el dolor y la muerte de miles de familias que no encuentran paz ni tranquilidad.

Nos pronunciamos en contra de la detención, desaparición y asesinato de las defensoras de la vida y del territorio. Abrazamos la lucha de las madres buscadoras y familiares que persiguen la verdad y la justicia hasta por debajo de las piedras. Rechazamos los señalamientos que se han hecho desde el poder ejecutivo en contra de ellas y sus colectivos, así como la reducción a modo del número de casos de desaparición que enfrenta este país; apoyamos su organización, su lucha y exigimos el respeto a sus acciones. También exigimos la liberación de Kenia Hernández, injustamente presa.

¡Por respeto a la autonomía y el autogobierno de las comunidades indígenas! ¡Libertad a todas las presas encarceladas por luchar! ¡Ni una desaparecida más! ¡No al asesinato de mujeres buscadoras!

Nos oponemos al trato recibido por parte del Gobierno para las madres y padres de los 43 desaparecidos y Exigimos un esclarecimiento claro y preciso de lo sucedido el día de ayer a los Normalistas de Ayotzinapa. ¡No pueden seguir matándonos!
Nos pronunciamos contra la violencia obstétrica y por el derecho a decidir sobre nuestra sexualidad y nuestro cuerpo. Aunque hayamos logrado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolviera por la despenalización del aborto en todo el país y que 12 estados modificaran sus leyes para despenalizarlo, aún falta mucho para que el aborto se garantice cabalmente en cada clínica y hospital público: la alianza con el clero detiene los avances en materia legislativa que le corresponden exclusivamente al Estado.

Exigimos que se proporcionen anticonceptivos gratuitos a todas las personas que así lo requieran y se impulse desde los niveles más básicos una educación sexual integral, con perspectiva de género y sin estereotipos sexistas.

¡Aborto legal, seguro y gratuito en todo el país! ¡Por una separación efectiva de Iglesia y Estado!
¡Por una maternidad libre y deseada! ¡Por mayor presupuesto a la salud para las mujeres!
Demandamos al Estado garantizar, promover y proteger el acceso a una salud digna, libre, gratuita con perspectiva de género e integral que abarque a todas las mujeres, en todas sus etapas de vida, porque ninguna merece morir ni ser violentada en el camino hacia la atención de su salud.
¡¡Vida para tod@s!!

Nos pronunciamos en contra de la criminalización del movimiento feminista y de activistas feministas como Karla y Magda y más de cincuenta compañeras que se han enfrentado al aparato punitivo judicial del Estado. Hemos atestiguado la labor persecutoria y hostigadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que ha pretendido por todos los medios jurídicos posibles hacer pagar con cárcel la toma de las instalaciones de República de Cuba. Una toma legítima en respuesta a la sistemática violación de los derechos humanos de las mujeres víctimas y de sus familias.

¡Basta ya de criminalización en contra del movimiento feminista, protestar es un derecho, reprimir es un delito, alto al uso político de los recursos penales, celebramos la no vinculación a proceso en contra de Karla y Magda y exigimos un ¡alto al hostigamiento judicial en contra de todas las compañeras feministas que están siendo perseguidas por el Estado!

Nos pronunciamos en contra de todas las formas de violencia dirigidas hacia las personas trans, lesbianas y maricas. Nuestro país ocupa el segundo lugar en América Latina en crímenes de odio, a dos semanas de iniciar este año habíamos enfrentado ya el asesinato de cinco mujeres trans, tales crímenes van desde atentados, desapariciones, violaciones y asesinatos, que en múltiples ocasiones siguen siendo tipificados como “delitos pasionales” o de “ajuste de cuentas” a manos del narcotráfico, ocultando la violencia sostenida que prevalece para esta comunidad y que se funda también en la exclusión, precarización y explotación del trabajo a la que son sometidas.

Exigimos al Estado velar en todo momento por la liberación de Manuel, en Qatar, reclamamos se haga valer el respeto a sus derechos humanos, donde se pueda garantizar su seguridad, un trato justo y se tenga garantizada su salud.
Nos pronunciamos por un internacionalismo combativo y en alerta que nos permita responder de manera solidaria frente al genocidio que comete Israel y su ejército fascista ya que han cometido en 150 días : 2,675 masacres, han asesinado a más de 30,631 palestinos, 13,430 niños y 8,900 mujeres que representan más del 80% por ciento, 364 personas asesinadas de personal médico, 48 de defensa civil, 133 periodistas, se calcula que hay más de 10 mil personas desaparecidas bajo los escombros,11,000 requieren ser trasladados a otros países para recibir tratamiento médico, 17,000 niños han quedado huérfanos, 60,000 mujeres embarazadas están en riesgo, 10,000 pacientes con cáncer enfrentan el riesgo de muerte, hay 269 médicos secuestrados, 72,000 heridos, 1, 000,000personas al borde de la hambruna y 15 infancias muertas de hambre, el asedio contra hospitales, refugios, universidades y población civil ha provocado el desplazamiento forzado de más de 1.7 millones de personas, de nuevo la mayoría mujeres e infancias, pero también nuestras hermanas en Gaza y sus infancias, son violadas, golpeadas, aplastadas, exhibidas y desaparecidas, poniendo, en riesgo su progenie y en un planteamiento de exterminio hacia el pueblo Palestino (en limpieza étnica).

Manifestamos nuestra total solidaridad con el pueblo palestino y nos sumamos a la exigencia del cese al fuego de manera inmediata, la ruptura gubernamental de relaciones de todo tipo con la entidad sionista de Israel y el juicio contra Netanyahu por crímenes de lesa humanidad. ¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá!

Denunciamos que Auschwitz no se ha acabado, sino que se ha trasladado a Guantánamo, Palestina, Libia, Siria, Congo, a las fronteras entre Bielorrusia y Polonia, Texas o México y a cualquier lugar delmundo donde el dinero vale más que las vidas humanas. El Holocausto contemporáneo está en los asesinados en cárceles, está en el fondo del Mediterráneo, en el Río Bravo, está en las guerras imperialistas, en los muertos en el trabajo y en los feminicidios; porque el capitalismo, su explotación y su sociedad de consumo, es la realización del sueño fascista.

Abrazamos y reconocemos la lucha ejemplar de las Compañeras del Movimiento de Mujeres del Kurdistán y nos sumamos a la exigencia de una solución para el conflicto del Kurdistán, así como el alto definitivo a los ataques etnocidas contra Rojava y todas sus comunidades.

Expresamos toda nuestra indignación y nuestro apoyo al pueblo de Argentina que se enfrenta a las reformas reaccionarias y neoliberales del ultraderechista de Milei con las que busca cercenar los derechos y las conquistas sociales. Nos solidarizamos con nuestras compañeras argentinas en la lucha por defender el derecho al aborto, el cual fue alcanzado gracias a la movilización histórica del 2020 y que ahora el gobierno de Milei pretende arrebatarles.

Refrendamos nuestra solidaridad con las compañeras nicaragüenses que enfrentan la cárcel y la represión de la dictadura Ortega-Murillo y con las hermanas migrantes que se enfrentan a los militares, narcos y paramilitares en su camino. Que, huyendo de la violencia de sus territorios, se topan con un México feminicida y en guerra. Para ellas también exigimos plenos derechos sociales y laborales, una ruta segura que permita su libre tránsito, garantía y protección de sus derechos humanos, ¡Alto a la criminalización de la migración!, ¡Ninguna persona es ilegal!

Por último, compañeras, desde la coordinación de esta movilización, queremos hacer un llamado abierto, urgente, a que no dejemos de movilizarnos en las calles, ni de organizarnos en nuestros centros de trabajo, en los barrios, comunidades, en nuestras escuelas y universidades. Nos enfrentamos a tiempos muy difíciles y a un sistema de muerte que requiere de múltiples trincheras para ser combatido. Es verdad que somos muy distintas y que en ocasiones nos cuesta trabajo comprendernos, hacer coincidir nuestras formas de hacer política, pero también es cierto que nos une esa pulsión de vida que todas tenemos y que nos lleva a luchar por un mundo en el que ya no nos maten, un mundo en el que podamos tener una vida digna, libre y justa. Nuestro horizonte de liberación es amplio, cabemos y nos necesitamos. La reacción conservadora de la ultraderecha está cobrando vigor en todo el mundo, y sabemos que eso es una señal de alerta para nosotras.

No podemos descuidarnos, no podemos confiarnos, si nos cansamos, que descansen unas y que otras se mantengan en guardia, pero sigamos dando batalla, juntas y organizadas.

Vivimos tiempos complejos, compañeras, necesitamos dialogarlos para comprenderlos, necesitamos acordar estrategias y tácticas que nos permitan fortalecernos en medio del colapso civilizatorio, para que no nos lleve en su remolino de cinismo, tristeza, guerra, muerte y crueldad. Luchemos contra el dominio de clase, compañeras, cuestionemos la riqueza abrumadora concentrada en unas cuantas manos, enfrentemos el racismo en todas sus expresiones económicas y no sólo en las culturales, ataquemos la estructura de género que se sostiene con la explotación y desvalorización de las mujeres y lo femenino. Construyamos día con día un mundo a nuestra medida, en el que quepan todos los mundos posibles, como desde hace ya treinta años nos han enseñado las compas zapatistas.

¡Porque juntas somos más fuertes, compañeras! ¡Se va a caer porque así juntas, lo vamos a tirar, no sólo al patriarcado sino también al capital!
¡Ahora que estamos juntas!
¡Ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer!
¡Arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer!
¡Aleeerta! ¡Aleeerta! ¡Aleeerta, alerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina y tiemblen y tiemblen y tiemblen los machistas, que América Latina será toda feminista!

Videos Radio SME y C. Rosa Ahuatzin
Foto de Portada C. Cielo Emilse

¡VIVA EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS!

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